Llueven trozos de papel by Lily Carmona

Llueven trozos de papel by Lily Carmona

autor:Lily Carmona [Lily Carmona]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántica
editor: Lily Carmona
publicado: 2016-06-05T22:00:00+00:00


Tomó aquel último vuelo a París. El avión se alzaba hasta quedar sobre las nubes, iba a dejar el trabajo durante el resto de su embarazo y probablemente hasta que el bebé tuviera unos meses, después ya pensaría qué hacer.

La nostalgia, lejos de desaparecer con su embarazo, estaba creciendo dentro de sí a un ritmo mucho más acelerado que su propio feto, pero ahora las cosas parecían tener un nuevo sentido, se entregaría en cuerpo y alma, aquel sería su gran compromiso; el único capaz de hacerla parar y sentir que comenzaba de nuevo, estaba dispuesta a cambiar de vida, haría desaparecer ese anhelo o, al menos, eso esperaba.

Por eso cuando comenzó a sentir aquellos calambres en su vientre, intentó obviarlos, sabía lo que podían significar y quiso mentalizarse de que aquello no iba a ocurrir , de que no estaba sucediendo ya; trató de distraer su mente, respirar profundamente, pero aquel dolor se hacía insoportable.

En veinte minutos llegaría al aeropuerto de París. Un hombre mayor que iba sentado en las primeras butacas, no dejaba de mirarla preocupado, por fin se decidió a preguntarle si se encontraba bien. Era francés, pero Ruth que entendía y hablaba bastante bien aquel idioma , le dijo que solo se sentía algo mareada. Lo cierto era que los calambres apenas la dejaban mantenerse serena, en su rostro se reflejaba el sufrimiento a la perfección.

Decidió ir al aseo antes de que se anunciara que debían permanecer sentados en sus asientos, pero al levantarse un nuevo calambre mucho más amenazador que los anteriores le atravesó el vientre e hizo que se encogiera sobre sí misma. Sintió que sus ojos se humedecían y cómo las lágrimas corrían por sus mejillas, casi al mismo tiempo que un líquido caliente y algo más espeso resbalaba por su entrepierna empapando sus muslos. Con un gran esfuerzo se dirigió al aseo, advirtiendo, antes de entrar y cerrar con el pestillo, cómo aquel señor francés se acercaba a su compañera y hablaba con ella señalando en su dirección.

Se miró en el espejo, efectivamente lloraba, sus lágrimas caían sin ningún esfuerzo; palpó uno de sus muslos y pudo ver la sangre en su mano; finalmente un nuevo calambre la arrodilló sobre el suelo y nubló su vista, perdiendo el conocimiento.

Se despertó en la habitación de un hospital, todo blanco y perfectamente desinfectado, su primera reacción fue llevarse las manos al vientre y de ahí a la entrepierna, ya no había sangre. Miró a su alrededor y vió que no estaba sola, una jovencita tumbada en otra cama la observaba curiosa. Al verla tan desorientada, le contó lo que había oído a las enfermeras.

En el avión, una de sus compañeras había aporreado la puerta del aseo y al ver que no salía ni contestaba tuvieron que abrir con su propia llave, encontrándola tumbada en el suelo. Una ambulancia la esperaba en el aeropuerto.

Ruth no quiso saber más, se volvió de espaldas a aquella chica y cerró los ojos.

Su bebé ya no estaba dentro de su vientre, nada más le importaba.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.